Hola a todos y a todas.
Como cada año y aproximándose el tercer domingo de octubre, los alumnos y alumnas de los colegios de Dos Hermanas se acercan a ofrecer a la Virgen de Valme su peculiar altar de flores. Profesores y profesoras, pero especialmente los profesores y profesoras de Religión Católica se afanan por no perder este acto que, ya casi, se ha convertido en una pequeña tradición nazarena.
Filas de niños y niñas se encaminan a pie o en autocar hacia la parroquia de Sta. María Magdalena guiados por sus maestros.
El bullicio es de esperar. La iglesia se encuentra a rebosar. Son cientos de niños y niñas que no pueden parar quietos en sus asientos.
Es un momento para pedir a la Virgen protectora de los nazarenos y nazarenas por todo aquello que cada uno tenga en el alma. Yo pedí especialmente por cada uno de vosotros y vosotras: mis compañeros de RELIaDOS.
La vuelta no puede ser de otra forma. Muchos colegios se acercan a la casa hermandad de Valme, donde se encuentran las carretas ya engalanadas. Al llegar, somos recibidos con la gentileza de un hermano de la hermandad del Rocío que nos ofrece una flor de papel. Un gesto que muchos alumnos no olvidarán. Recorremos algunos metros y elegimos la carreta que más nos gusta. No hay acuerdo, todas son bonitas y adornarán el caminar de la Virgen hasta cuarto y a su regreso.
Lo dicho: Tenemos que seguir trabajando porque esta tradición no se pierda y acrecentando en nuestros jóvenes este cariño especial por María.
Espero que, a pesar de la lluvia, haya sido una buena romería para todos y todas.
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